Consumo Responsable

Cuando lo barato sale caro

Normalmente, el criterio del precio tiene un peso fundamental cuando elegimos un producto o servicio. Sin embargo, esto puede conllevar un riesgo. Al abaratar sus productos o servicios, las empresas productoras pueden reducir la calidad de sus productos, lo que supone:
• Una vida más corta del producto, que se estropee fácilmente y que no funcione de forma óptima, lo que nos obligará a comprar uno nuevo, implicando a la larga un precio mayor
• Dar poco valor al producto: nos resulta más fácil tirar las cosas aunque las hayamos usado poco
• La generación de mayores residuos y el incremento del consumo de recursos naturales
• La movilización de los centros de producción a países donde los costos de producción son inferiores (deslocalización) o a centros de producción clandestinos (trabajo esclavo), debido a que los gastos salariales son menores, evasión de impuestos, la normativa poco exigente y, por tanto, no es necesario realizar inversiones en tecnologías limpias o en seguridad laboral para los trabajadores.
• La producción de un mayor volumen de bienes, por las llamadas “economías de escala”, lo que trae como consecuencia la fabricación de más unidades de las necesarias, lo que supone un exceso en el uso de materias primas y de energía, mayores niveles de contaminación, degradación de los ecosistemas, etc.


A la hora de comprar, pensaste…
• Pensá a qué tipo de comercio queres favorecer. No olvides que consumir productos locales, de comercio justo y productos naturales son sin duda las mejores opciones medioambientales y sociales.
• Informate acerca de las repercusiones sociales y medioambientales de los bienes y servicios. Pedí información. Es tu derecho.
• Asegurate de la calidad de lo que comprás, de cara a adquirir bienes más saludables y duraderos.

Promocioná y tené en cuenta al comercio local, compre nacional.

Somos un comercio mediano, con tiendas únicas y especializadas de ropa exclusiva, lo cual es una opción sustentable antes de optar por la oferta de las grandes firmas textiles.

El consumo nacional evita los impactos generados por el transporte desde los centros de producción de otros países. Optá por un tipo de de negocio familiar y dinamizador de las economías locales.

Toda nuestra mano de obra está en Argentina. Las molderías, los cortes, así como el proceso de encimado de las telas, es realizado de manera manual, incrementando el trabajo por personas y no por máquinas, obteniendo un producto único y cuidado en todos los detalles.

Trabajamos con pequeñas producciones, con total garantía de respeto a los derechos laborales, económicos y sociales de nuestros trabajadores, y respeto por la legislación ambiental.

Nuestras prendas están hechas en un 90% con fibras naturales (no sintéticas) como seda, lana, viscosa, algodón, estense y cupro.

Si podés permitírtelo, no dejes escapar la posibilidad de encontrar prendas atípicas y especiales en las tiendas de Victoria Jess en tu localidad.